ETA

La Audiencia revisa decenas de cartas de ‘etarras arrepentidos’ tras detectar párrafos copiados

Gobierno ETA
Algunos de los etarras con delitos de sangre acercados.
Pelayo Barro

La Audiencia Nacional está revisando decenas de cartas firmadas por presos etarras y dirigidas a las familias que fueron víctimas de sus atentados. Escritos en los que muestran su presunto arrepentimiento y, de paso, les abre la puerta a acercamientos, progresiones de grado y salidas de prisión. Se ha detectado que algunas de ellas incluyen claras semejanzas en la estructura e incluso párrafos iguales con signos de corta-pega. Otras no van dirigidas a nadie en concreto y ni siquiera hacen mención a sus asesinatos.

La hoja de ruta pactada entre EH Bildu y el Gobierno de Pedro Sánchez pasa por acercar a todos los presos de ETA al País Vasco y, en una segunda fase, excarcelarlos mediante su progresión temprana al tercer grado. Eso es lo que la formación de Arnaldo Otegi considera «el fin de excepcionalidad penitenciaria», la misma que ha solicitado en su declaración por el décimo aniversario del fin de ETA. Pero en ese plan, que lleva en marcha desde el inicio de la primera legislatura de Pedro Sánchez, se ha cruzado un obstáculo inesperado: la Audiencia Nacional.

Según ha podido confirmar OKDIARIO de fuentes jurídicas involucradas en este proceso, la Audiencia Nacional y miembros de la Fiscalía han iniciado un proceso de revisión profunda y sistemática de todos los escritos y cartas de arrepentimiento enviadas en los últimos meses por miembros de ETA. Terroristas que cumplen condena y a los que se les ha concedido algún tipo de beneficio penitenciario.

No van dirigidas a víctimas

Entre los requisitos que estipula el Gobierno a la hora de proceder a un acercamiento o a la progresión de grado se encuentra el de haber aceptado la legalidad penitenciaria y haber pedido perdón a sus víctimas. No a las víctimas, en genérico, sino a sus víctimas concretas, a la familia de quienes asesinaron con sus artefactos explosivos o sus disparos.

Es esa, precisamente, una de las deficiencias que magistrados y fiscales han detectado en muchas de las cartas enviadas por los etarras. En vez de ir dirigidas con nombre y apellidos a las víctimas, muchas llevan el encabezado «a quien corresponda». Pese a que no hay un criterio estipulado en firme sobre este tipo de cartas, en la Audiencia Nacional se inclinan por invalidar todas aquellas cartas que tengan un contenido genérico y no apelen directamente a sus víctimas. El arrepentimiento debe ser personal.

Cartas con ‘corta-pega’

Pero no es el único detalle que han detectado en la redacción de las cartas, y que en la Audiencia Nacional les lleva a pensar en el carácter utilitarista de éstas. Se han dado cuenta, revisando escritos, que algunos repiten una estructura similar, e incluso párrafos calcados de cartas de otros presos. Lo que comúnmente se denomina corta-pega.

Esos mismos términos y palabras han llevado a pensar en la existencia de una «fuente común» para la elaboración de cartas. Es decir, que los propios presos hayan tenido acceso a escritos de otros presos y los hayan utilizado para «inspirarse». Aunque en muchos casos, la inspiración ha traspasado las líneas del plagio.

El descubrimiento ha llevado a la Audiencia a iniciar esa revisión de las cartas por las que se han concedido traslados y acercamientos al País Vasco, así como progresiones a tercer grado que han permitido a reclusos de la banda salir en libertad. Si las irregularidades detectadas fuesen flagrantes -y algunas, dicen, lo son-, no se descarta que pueda iniciarse la anulación de los efectos penitenciarios obtenidos a través de ese escrito.

Alerta entre los presos

Esta política de revisión ya se ha cobrado su primer damnificado: el etarra Unai Fano, que había quedado en régimen de semilibertad en enero y que dejó de ir a dormir a prisión en julio, ha vuelto a la cárcel de Basauri (Bilbao) el pasado 28 de septiembre.

La Audiencia Nacional calificó su escrito de petición de perdón como «utilitarista» y advirtió al Ministerio del Interior que su concesión del tercer grado fue «prematura e improcedente».

Según ha podido confirmar OKDIARIO de fuentes penitenciarias, la noticia del encarcelamiento de Fano tras casi 10 meses en libertad ha encendido las alarmas entre los abogados del colectivo de presos etarras. Temen que la estrategia legal articulada para conseguir esos acercamientos y excarcelaciones se venga abajo si los jueces deciden revisar en profundidad los términos de sus arrepentimientos.  No descartan que, como en el caso de Fano, se puedan revocar otros beneficios otorgados por el Gobierno a los etarras.

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